EL PUENTE

Todos los días acudía a ese puente, a la misma hora. Había perdido la noción del tiempo, ya no recordaba la fecha en que la vio, allí, en pie, mirando hacia el horizonte. Él se le acercó, como atraído por el canto de una sirena.

La gente cruzaba ajena a él,a su deseo de verla. Quería preguntarle el por qué.

Le dijeron que lo dejara estar, que cruzara el puente y se olvidara de ella. Algo, no sabía el qué, le impedía hacerlo.

Pasado mucho tiempo observó una figura, era la de una mujer y le resultaba familiar, sin embargo, no era ella.

       - ¡Rebeca! - exclamó.

Rebeca le tomó de la mano.

      - Me han dicho que estabas aquí, que nunca te fuiste de este lugar en espera de una respuesta. Han pasado más de quince años mi amor. Crucemos ya juntos al otro lado.